En la tarde del día 28 de abril de 1905, quince de los veintiún letrados que por entonces ejercían en la ciudad celebraban la constitución legal del Colegio de Abogados de Gijón y, en el mismo acto, votaban como su primer Decano a  D. Francisco Prendes Pando.

Más de cien años después, somos más de mil los abogados en ejercicio en nuestra Corporación y grande su importancia en la vida colectiva gijonesa y asturiana. Ese importante número de profesionales sitúa, además, al Colegio entre los quince primeros de España, dentro del conjunto de los ochenta y tres existentes en todo el territorio nacional.

El tiempo continúa corriendo y, cada mes de setiembre, en la víspera del día de la Virgen de Covadonga, patrona del Colegio, prestan su juramento profesional nuevos letrados que se incorporan al ejercicio de la abogacía. A partir de ese momento, una ética profesional intachable, el estudio y formación permanentes, y la entrega absoluta a la defensa de los intereses de sus clientes habrán de presidir todas sus actuaciones.

A lo largo de su historia, y con renovado énfasis en el momento presente, el Colegio de Abogados ha defendido siempre la independencia y libertad de criterio que rige la actuación profesional de sus miembros, garantía última de los derechos de todos los justiciables. La defensa de la libertad de actuación del abogado es la defensa de los derechos de los ciudadanos. Tienen derecho a contar con un profesional independiente y libre a su servicio. El Ilustre Colegio de Abogados de Gijón vela por ello. Ayer, hoy y mañana.

EL DECANO